Mercados
Las ferias y mercados en Santiago que venden principalmente productos frescos como carnes, pescados, frutas y verduras, son iguales a los que se encuentran en toda América Latina, donde son una muestra viva del carácter y la cultura de las ciudades. Suelen tratarse de recintos con pasillos abarrotados y no siempre bien cuidados desde cuyos puestos se escuchan los gritos de los vendedores anunciando sus productos y ofertas especiales, por lo que recorrer estos mercados resulta una experiencia que acerca al visitante a la misma esencia de los pueblos y sus gentes.
No obstante esa tradición, en Santiago los mercados de barrio casi no han sobrevivido a la invasión de los supermercados que ha dominado la ciudad. La única zona del centro que sigue encarnando el espíritu del mercado latino es la conocida como el barrio La Vega, (metro Cal y Canto) que concentra en unas pocas manzanas a los mayores proveedores de productos frescos de la capital, distribuidos entre el Mercado Central, la Vega Central, la Vega Chica y el Mercado de Abastos Tirso de Molina.

El Mercado Central es el más tradicional de los mercados de Santiago. Ubicado en un precioso edificio de hierro forjado de finales del siglo XIX, es el lugar de la ciudad para comprar productos del mar y conocer crustáceos tan peculiares como los picorocos (de apariencia poco agradable pero muy valorado por los locales). Aunque muy frecuentado por los santiaguinos, el Mercado Central poco a poco ha ido convirtiéndose en un atractivo turístico y no sólo es un lugar para comprar pescado y mariscos sino que cuenta con restaurantes que ofrecen platos típicos chilenos usando estos productos como su base principal.

Del otro lado del río Mapocho, está la zona de venta de carnes, frutas y verduras. El primero es el Mercado de Abastos Tirso de Molina, una construcción que en los últimos años se ha transformado y se ha convertido en un recinto ordenado y espacioso donde adquirir frutas, verduras o productos en conserva, entre otros. Su principal característica es el singular diseño de su techo que además de cubrir el edificio, permite la ventilación y el paso de luz natural. En el segundo piso de este mercado hay varios locales de comida que dan desayunos y almuerzos a precios económicos.
Detrás del mercado Tirso de Molina, entre las calles Artesanos y Antonia Lope de Bello, está lo que se ha venido a llamar la Vega Chica, donde además de haber puestos de venta de carnes y productos de primera necesidad, hay varios locales de comida típica chilena y peruana, un tipo de comida que ha entrado con fuerza en el país y es muy valorada por nacionales y extranjeros.

Finalmente está el gran mercado de La Vega Central, un enorme recinto de 60.000 m2 donde minoristas y mayoristas ofrecen una gran variedad de productos agrícolas, diferentes tipos de carnes y todo tipo de productos alimenticios junto con utensilios de cocina y hasta electrodomésticos. La mayor parte de los productos que se venden son chilenos como las típicas chirimoyas (una fruta de carne blanca y sabor suave y dulce), las tunas, las manzanas verdes o las paltas (aguacates) que no faltan nunca en una mesa chilena que se precie; no obstante, también en la Vega los productos peruanos tienen su sitio y es posible encontrar alimentos tan típicos como el ají, el maíz morado, la yuca o la quínoa. A diferencia del Mercado Central, el mercado de la Vega no está enfocado para nada en el turista y aunque dado su tamaño y la cantidad de puestos, algunas zonas son bastante caóticas y desordenadas, en general no es difícil moverse en él y es bastante más auténtico.
Mercados Orgánicos

La agricultura orgánica intenta abrirse camino en Santiago, y aunque el consumo de estos productos libres de químicos no es masivo y todavía son pocas las tiendas donde se pueden adquirir, hay algunas agrupaciones privadas que organizan ferias en diferentes partes de la ciudad, para fomentar el consumo de estos alimentos y poner en contacto directo a productores y consumidores
Una de estas agrupaciones es la agrupación Mercado Orgánico , que organiza, desde hace algunos años, dos mercados, uno en Vitacura y el otro en Las Condes. El mercado orgánico de Vitacura funciona todos los sábados de 09:00 a 14:00 horas en la Avenida Escrivá de Balaguer 5600, a un costado de Casa Piedra; está pensado como un lugar de encuentro familiar donde además de poder comprar frutas, verduras, dulces o lácteos, se instala una cafetería que sirve té, café, jugos naturales y pastelería casera. Por su parte, el mercado orgánico de Las Condes funciona los miércoles y sábados en la Plaza del Perú (barrio El Golf) también de 09:00 a 14:00 horas, con la misma oferta de productos.
Otra feria semanal es la Ecoferia de la Reina , que funciona los miércoles y sábados de 9:30 a 14:00 horas en la Coorporación Aldea del Encuentro (Av. Larraín 9750, La Reina). Además de ofrecer productos orgánicos, biodinámicos y naturales, organizan talleres de alimentación y actividades que promueven la vida saludable.
Debe estar conectado para enviar un comentario.