Cómo moverse

Si se está pensando en visitar la capital chilena pero se tiene dudas a cerca de la mejor forma de moverse por la ciudad, es importante destacar que existen muchas alternativas de transporte en Santiago de Chile. El transporte público está bastante bien organizado y a pesar de tratarse de una urbe muy extensa, no es complicado manejarse en ella.
Metro

Lo primero que hay que destacar es que el servicio del metro de Santiago es muy bueno, los trenes no suelen tener incidencias y tanto estaciones como trenes están limpios, son modernos y cuentan con una adecuada señalización, lo que facilita su uso. La red de metro está formada por 5 líneas (y ampliándose) que conectan bastante bien la ciudad y cubren casi todos los puntos de interés turístico. El horario de funcionamiento del metro de Santiago va desde las 6:00 de la mañana hasta las 11:00 de la noche (desde las cabeceras de estación) y el precio del billete normal oscila entre los 590 y 700 pesos, dependiendo de la franja horaria.
Autobús

El complemento del metro es el Transantiago que integra las diferentes líneas de autobuses que recorren la ciudad y que desde su implementación en 2007 han mejorado tremendamente el caótico tráfico Santiaguino. Los autobuses cuentan con paradas establecidas y en las principales avenidas hay carriles especiales para buses y taxis, aunque lamentablemente no siempre se respetan. El precio de un billete en autobús es de 620 pesos y tanto los recorridos y como las frecuencias pueden consultarse a través de la página web de Transantiago. Los vehículos son bastante modernos y cómodos aunque en horas punta pueden ir muy llenos, al igual que el metro. En cualquier caso, se puede afirmar que el transporte en Santiago de Chile está más organizado que en otras capitales de la región.
Los conductores de autobús no aceptan dinero, la única forma de pagar el billete de autobús y de metro, es mediante la tarjeta “bip!”. Se trata de una tarjeta recargable al portador, que puede ser adquirida y recargada en cualquier estación de metro y en una amplia variedad de comercios locales. El valor de la tarjeta es de 1350 pesos (menos de US$3) y viene con una carga inicial de 650 pesos. La recarga mínima es de 1000 pesos y permite disfrutar de una Tarifa Integrada con la que se puede combinar metro y autobús, con un máximo de dos trasbordos en el transcurso de dos horas, por el precio de un único billete.
Colectivos
Una alternativa intermedia entre los taxis y los autobuses son los colectivos. Se trata de automóviles negros con rutas predefinidas descritas en un cartel colocado sobre el techo de cada vehículo. El valor de cada tarifa varía de acuerdo al recorrido pero en general no son demasiado caros (entre 600 y 1800 pesos aproximadamente) y por las noches, pagando un poco más de dinero, pueden dejar al pasajero en un lugar específico siempre que esté cerca de la ruta. Hay varias líneas de colectivos en Santiago y la Confederación Nacional de Taxis Colectivos ha creado la web www.ubicatucolectivo.cl para orientar a los usuarios con las diversas rutas, aunque la información no es del todo clara todavía.
Taxi

En cualquier caso, para recorridos medios y largos dentro de la ciudad, lo más recomendable son los taxis. En Santiago todos llevan taxímetro y son bastante seguros, el único riesgo puede ser que intenten tomar el camino más largo para aprovecharse del turista que no conoce la ciudad, pero en general funcionan bien. Los taxis están pintados de negro y amarillo, la tarifa base es de 250 pesos (US$0,5) y el precio se incrementa entre 100 y 120 pesos por cada 200 metros de recorrido, no se acostumbra a dar propinas. Si los recorridos son muy largos o se necesita que el taxista espere por nosotros durante una visita turística, por ejemplo, lo mejor es acordar un precio cerrado antes de partir.
En Santiago está disponible la aplicación para Smartphone easytaxi a través de la cual se conecta al pasajero con el taxi más cercano disponible y permite ver el recorrido más rápido y seguro. Además, en el sitio web www.taximetro.cl se puede calcular el valor aproximado de un recorrido en taxi, aunque puede haber variaciones debido al tráfico.
Alquilar un auto
Por supuesto que otra opción es alquilar un automóvil para moverse por Santiago. En la ciudad operan las principales empresas de alquiler de coches internacionales y alguna que otra local. Casi siempre se exige una edad mínima de 22 años para el alquiler, poseer permiso de conducir vigente del país de origen (no se requiere permiso internacional), documento de identidad y una tarjeta de crédito como garantía. Es recomendable informarse bien sobre las coberturas de los seguros incluidos ya que en la mayoría de los casos son básicas y no cubren robos, por ejemplo. Si se opta por esta alternativa hay que tener en cuenta que los conductores santiaguinos son más civilizados que en muchas otras partes de Latinoamérica pero menos que en la mayoría de ciudades europeas, no suelen facilitar las incorporaciones ni los cambios de carril y son poco proclives a frenar, prefieren evadir cualquier obstáculo con maniobras bruscas antes que detenerse, por lo que hay que ir muy atento. Otra cosa a tener en cuenta es que algunas avenidas cambian de sentido durante las horas punta del día, por lo que si no se sabe puede resultar confuso e incluso peligroso. Por otra parte, aunque las grandes avenidas están más o menos señalizadas, las señales de dirección prohibida no existen y hay que fijarse en cada intersección en las pequeñas señales que indican el nombre de la calle y en la flecha junto a él indicando la dirección de la misma.
Como en toda gran urbe, los momentos más difíciles para usar cualquier tipo de transporte en Santiago de Chile, son las primeras horas de la mañana y entre las 6:00 y las 8:00 de la tarde, cuando los “tacos” (atascos o congestionamientos) pueden ser enormes, por lo que es mejor evitar circular a esas horas de ser posible.
Bicicleta

Otra buena forma de recorrer la ciudad de Santiago es en bicicleta. Los carriles bici o ciclovías van aumentando cada día más en la ciudad y los grandes parques como el Parque Forestal que conecta una amplia zona del centro, tienen zonas especiales para circular fácilmente. Varias empresas alquilan bicicletas por horas y por días, por lo que acceder a una no será un problema (algunas municipalidades alquilan bicicletas pero es sólo para residentes). Hay que tener en cuenta que cada día más santiaguinos optan por este medio de transporte, por lo que las horas de mayor tráfico vehicular también lo son de bicis. Como en el caso de los conductores de automóviles, a los ciclistas santiaguinos no les gusta mucho frenar y cruzan los semáforos a la primera oportunidad sin importar que estén en rojo, también tienden a evadir los obstáculos a toda costa aunque eso signifique hacer maniobras arriesgas, por lo que no hay que confiarse. Los peatones tampoco son muy conscientes de las vías exclusivas para bicicletas así que no es raro encontrar personas caminando tranquilamente por ellas. A pesar de todo no suele haber accidentes y ante la duda es mejor ceder el paso a los locales y disfrutar del recorrido.
Caminando
Por supuesto caminar es otra buena opción para conocer Santiago, sobre todo el centro histórico y sus principales monumentos. Dentro del centro puede haber mucho tráfico y no es muy fácil encontrar sitios para dejar los vehículos, por lo que usar el metro para llegar a un punto central de la ciudad y desde ahí recorrerla tranquilamente caminando, es sin duda la mejor alternativa.
Un detalle curioso a tener en cuenta es que los santiaguinos utilizan siempre los puntos cardinales para indicar direcciones. Por ejemplo, cuando uno pregunta por una calle, la respuesta más común no es “siga recto y luego gire a la derecha” sino “vaya hacia el norte y gire al oriente”. El punto de orientación más claro en Santiago es la Cordillera que está hacia el oriente (este), aunque para los visitantes esto puede no ser del todo claro si se tiene en cuenta que la ciudad está rodeada de montañas por los cuatro costados. La costa, aunque lejos, está entonces hacia el poniente (oeste).
Un consejo es intentar identificar el cerro San Cristóbal (la Virgen y las antenas hacen que se diferencie fácilmente), visible desde casi todos lados; esa es la referencia para ubicar el norte de la ciudad. Los barrios de clase alta están hacia el oriente (este), a la derecha del cerro y el centro está hacia el poniente (oeste), es decir a la izquierda.
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