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Seguridad

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Chile es un país bastante seguro y Santiago es posiblemente la capital más segura de Latinoamérica. No son frecuentes los crímenes violentos y caminar por la ciudad no suele ser un problema, aunque de noche, y sobre todo por ciertas zonas del centro, hay que tener algo de cuidado.

No obstante, Santiago es una urbe muy poblada y los pequeños robos perpetrados por carteristas ocurren, principalmente en lugares llenos de gente como mercados o estaciones de autobuses, así como dentro del metro y de los autobuses locales, por lo que es conveniente tomar precauciones, coger bien mochilas y bolsos y, llevar las billeteras y cosas de valor en los bolsillos delanteros. Si se está sentado en la terraza de un restaurante o café, por ejemplo, no es conveniente dejar cámaras o bolsas sin seguridad sobre la mesa u otra silla. En los centros comerciales o en el interior de los restaurantes no suele haber problemas aunque por precaución es mejor no dejar cosas sin vigilancia.

Ante cualquier dificultad lo más conveniente es acudir a los Carabineros, que son la policía nacional. En Chile, a diferencia de lo que ocurre en otros países de la región, la policía goza de prestigio, se puede confiar en ellos y no hay posibilidades de que acepten un soborno para, por ejemplo, no poner una multa de tráfico, de hecho lo mejor es no intentarlo si no queremos tener problemas mayores.

Un tema a parte son los cientos de perros sueltos que vagabundean por las calles de Santiago. Las autoridades no parecen tener planes para controlar su reproducción y los santiaguinos se han acostumbrado a convivir con ellos. La convivencia es tan normal con estos animales callejeros (ocurre en todo el país) que mucha gente acostumbra ponerles recipientes con comida en medio de la calle y en algunos casos hasta vestirlos, por lo que no están flacos aunque sí descuidados. No suelen ser peligrosos ni molestar a los peatones, aunque cuando andan en grupos ladran a los coches y pueden poner nerviosos a los conductores. En algunos lugares poco transitados, algunos perros buscan la compañía de los paseantes y los siguen en su recorrido, pero pronto se aburren y se van. En caso de que molesten demasiado, un gesto es suficiente para espantarlos. De todos modos hay que ser muy cuidadoso cuando se camina con niños pequeños. En los barrios de clase más alta, este problema es casi inexistente.

Otro asunto a tener en cuenta sobre seguridad en Santiago (y en todo el país) es la posibilidad de que se produzcan terremotos. Chile se encuentra ubicado en una zona de alta actividad sísmica y los movimientos telúricos no son raros. Pero Santiago es una ciudad cada día más moderna y la mayoría de sus nuevas construcciones están bien preparadas para resistir movimientos sísmicos, aunque no pasa lo mismo en iglesias y monumentos antiguos. En caso de producirse un terremoto, lo más importante es mantener la calma, seguir las instrucciones de los locales, que tienen experiencia e intentar colocarse en zonas seguras, lejos de vidrios o árboles que puedan caer.


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